Auspiciantes

"Objetivo cumplido"

¡¡¡CUMBRE EN EL ACONCAGUA!!!

Miércoles 23 de

Febrero de 2005

a las 16,20 hs.

En la cumbre del Aconcagua

(6.962 mts.)

 

Silvia Felleti de Pifarré, Jorge Santecchia, Gustavo Pifarré, Gabriel Cabrera y Mauricio Bernardo Bianchi.

 

integrantes de la "Expedición Aconcagua 2005"

 

* Un mensaje de esperanza en la cumbre

* Relato de la Expedición Rotary Aconcagua 2005

* Reflexiones finales

 

* Solicite una charla y exposición sobre la "Expedición Aconcagua 2005"

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En nuestra zona surgió una forma particular de conmemorar el Centenario de Rotary International. Esta celebración, se manifestó depositando en la cumbre de América un mensaje de Paz y Comprensión para las generaciones futuras. Su mentor (rotario y montañista) nos relata la...

  Expedición Rotary Aconcagua 2005 

A las 16,20 hs. del 23 de Febrero de 2005 pisé la cumbre del cerro Aconcagua. Ese instante y los siguientes quedarán indudablemente en mi mente y mi corazón. Cuando dí el último paso y terminé de llegar a la plataforma cumbrera recibí los saludos y abrazos de Gabriel Cabrera, Silvia y Gustavo Pifarre y Jorge Santecchia. Juntos pudimos, de esa forma, concretar un sueño que llevaba dos años de preparación y que permitía decir que el mensaje rotario estaba en "lo más alto del mundo" el día del Centenario de Rotary International.

Minutos después llegaron las fotos, la colocación en la cumbre de un cilindro con la intención de que sea rescatado en el 2105 (el Bicentenario) con un mensaje de Esperanza y Paz, las comunicaciones con los seres queridos y las lágrimas de emoción, pensando en el camino transitado hasta allí y tanta gente que acompañó esa loca idea y hubiera deseado estuviera para compartir ese momento.

No es común que comience un relato "por el final" pero lo mejor de la "Expedición Aconcagua 2005" fue eso: "pisar la cumbre".

 

Una idea un tanto loca

No busco los lugares multitudinarios y Aconcagua, siempre me pareció un lugar para ir cuando "alguna circunstancia especial lo generara" y en enero de 2003, en Mar del Plata, comencé a acuñar una idea a la cual tendría que terminar de darle forma, ante la sorpresa de mi interlocutor cuando le dije: "¡che!... escuchá… se me acaba de ocurrir esta idea para el centenario de Rotary".

En mayo de 1999 me incorporé al Rotary Club General Pacheco y comencé a descubrir una organización internacional que posee como principal objetivo el prestar servicio en las comunidades y generar una corriente favorable a la Paz y la Comprensión Mundial. Quiso el destino que uno integrara esta organización, Rotary International, justo para la fecha de su Centenario que se celebraría el 23 de Febrero de 2005 y entonces ya todo comenzaba a marchar: estar en la cumbre ese día.

 

Comenzando a organizar

Al regresar a Buenos Aires comenté la idea en mi club y les pareció original. José Mastrángelo (designado Presidente para el año del Centenario) la adoptó como propia y, en muchas ocasiones, cuando los problemas hacían que uno aflojara, fue el sostenedor de la misma. En abril de ese año fue Juan Carlos Papa (Gobernador del Distrito 4820 del período 2003-04) el que escuchó el proyecto y también se constituyó en alguien que sería principal impulsor en el Distrito del mismo.

Avanzamos en imaginar el proyecto y se conformó un Sub-comité organizador integrado por Rodrigo Molinos (Tigre), Gustavo Franco (Don Torcuato), Juan José Davidovich (Martínez) y Mariana Etchart (El Talar). Luego se sumó el Gobernador del año del Centenario, Oscar Campi (Munro) y su equipo.

Se realizó una transparente selección del responsable de montaña de la expedición -efectuada por medio de un comité de la Gobernación del cual nos autoexcluimos los miembros del comité organizador- y resultó seleccionado el guía Gabriel Cabrera, por sus exitosos y serios antecedentes. El desarrollo de la expedición demostró que la elección fue sumamente acertada.

 

La organización final

Fue así que comenzamos a concretar las participaciones y a aparecer otras colaboraciones. Apostando verdaderamente a "apoyar la expedición y el montañismo" el Sr. Sergio Paoli acordó generosamente la posibilidad de que realicemos la transmisión por internet de la misma "día a día" por el sitio de internet www.aventurarse.com

Del interés de RI y su oficina de Relaciones Públicas que contribuyó en la difusión, se obtuvo así el apoyo de la empresa Personal Sat S. A. la cual nos proveyó de un teléfono satelital con tecnología Iridium. De nuestras propias gestiones importantes descuentos y equipos de las empresas Makalú, Montagne, Marasco & Speziale y del comercio Universo Aventura.

Con relación a los participantes se sumaron a la Expedición miembros del grupo de vida en la naturaleza Andinautas (www.andinautas.com.ar) en el cual participo.

La "Expedición Aconcagua 2005" contó con la participación de 20 personas: 8 escaladores (objetivo: cumbre), 3 trekkers (objetivo: campamento base Plaza de Mulas) y 9 acompañantes (participaron de la despedida y recepción de los expedicionarios) a lo cual hay que sumar la recepción brindada al regreso de la expedición por el Rotary Club de Maipú (Mendoza).

 

El inicio de la Expedición

El 11 de febrero de 2005, los expedicionarios comenzamos a llegar a Mendoza, de diversos puntos del país. El 12 nos trasladamos a la localidad de Penitentes donde nos alojamos y se realizó una reunión rotaria, presidida por el Gobernador del Distrito 4820, Arq. Oscar Campi. Durante esta cena se intercambiaron presentes, diplomas y banderines de los diferentes clubes y Campi me entregó, en mi carácter de líder de la expedición (foto), el cilindro de acero inoxidable para dejar en la cumbre del Aconcagua.

El domingo 13 de febrero, fue el día en que, finalmente, iniciamos la verdadera expedición, en horas del mediodía ingresamos al Parque Provincial Aconcagua, los 11 expedicionarios que éramos los rotarios Alberto Almeida (del RC San Isidro, Bs. As.), Néstor Bajo (del RC Trenque Lauquen, Bs. As.) y Mariana Etchart (del RC El Talar, Bs. As.), como participantes del trekking largo y Alejandro León (del RC Trenque Lauquen, Bs. As.), Jorge Santecchia (del RC Plaza España, Córdoba) y yo (del RC General Pacheco, Bs. As.), como aspirantes a llegar a la cumbre. También conformaron la expedición los Andinautas Diego Barbella (de Capital Federal), Rubén Barrionuevo (de Bahía Blanca), Daniel Gollan (de Capital Federal) y el matrimonio Gustavo y Silvia Pifarré (de Monte Grande, Bs. As.). O sea que éramos 8 con pretensiones de cumbre (6.962 mts.) y 3 hasta Plaza de Mulas (4.370 mts.).

Ese día, luego de una tranquila caminata de unas 3,5 hs. llegamos al campamento Confluencia (3.380 mts.).

 

La pared sur

Dentro del plan de ascenso, para obtener aclimatación, dormimos dos noches en Confluencia y realizamos un trekking, en el día intermedio, hasta la imponente pared sur del Aconcagua de casi 3000 mts. de desnivel. Esta caminata implica el ascenso de unos 800 mts.

A media mañana partimos y, luego de unas 5 hs. de caminata, llegamos al mirador de la pared donde disfrutamos de nuestra vianda de almuerzo contemplando esa maravilla. Daniel no lo realizó, afectado por su alergia.

Durante nuestra estadía en Confluencia comenzamos a realizarnos controles médicos para evaluar la aclimatación: ritmo cardíaco, oxigenación y cualquier síntoma de mal de montaña (cefaleas, náuseas, diarreas, etc.).

 

Hacia Plaza de Mulas

El martes 15 de febrero nos levantamos temprano pues debíamos ir hasta el campamento Plaza de Mulas. Este recorrido, de unos 18 kms., demanda entre 8 a 12 hs., según el ritmo de marcha del caminante. A nuestro grupo le llevaría alrededor de 10,5 hs. ya que siempre se priorizó el ir en conjunto lo que implica necesariamente ir "al paso del más lento".

Apenas salimos de Confluencia cruzamos por un puente el río Horcones inferior para atravesar una gran vega y luego entrar en la interminable "playa ancha" (foto) la cual, luego de algunas horas de marcha, fue dejada atrás al llegar a la zona del antiguo "refugio Ibáñez" (hoy ya no existe) donde almorzamos.

Luego transitamos por una quebrada amplia en la cual el río corre varios metros debajo de la senda hasta llegar al destruido refugio "Plaza de Mulas antiguo", parada obligada antes de encarar "la cuesta brava" que, demanda casi una hora para ascenderla y, luego de ella, ya se divisa el refugio-hotel de Plaza de Mulas, donde llegamos antes de las 19 hs.

Los 11 integrantes de la "Expedición Aconcagua 2005" llegamos a Plaza de Mulas. Allí tuvimos nuestra primera noche a 4.370 mts. luego de la cual tuvimos un día de descanso. Alberto de Almeida (RC San Isidro) no pudo lograr esa adaptación y, luego del examen médico correspondiente, la recomendación fue que descendiera y lo hizo en helicóptero. Su objetivo era llegar a Plaza de Mulas y lo hizo.

Al día siguiente realizamos una caminata a la zona del glaciar Horcones, hasta alcanzar una altura de 4.600 mts. y un día después se organizó el porteo hacia el campamento Cambio de Pendiente (Campamento I) pero, por la mañana, Mariana Etchart (RC El Talar), luego de no haber pasado una buena noche debido a un permanente dolor de cabeza y náuseas, es examinada por los médicos que preventivamente recomiendan su descenso. Ella tenía por objetivo ir hasta Plaza de Mulas y, al tercer día de estar allí, una jornada antes de lo programado y por efectos de la altura que no pudo tolerar, descendió hasta Penitentes, en helicóptero.

Había otros integrantes con algunos síntomas de no tener una buena aclimatación pero en menor medida.

Luego de 4 hs. de ascenso hasta Cambio de Pendiente se regresó en tan solo 2 hs. De esta actividad participaron los 8 miembros de la Expedición que intentarían la cumbre pero también Néstor Bajo (RC Trenque Lauquen), quien lo hacía como trekker. El Sábado 19 de Febrero fue un día de descanso y Néstor, al finalizar su participación, regresó a Mendoza, desandando a pie el camino hasta Puente del Inca.

 

 

Se inicia el intento de cumbre

El Domingo 20 de Febrero llevábamos una semana de haber ingresado al Parque Provincial y nos trasladamos al campamento Cambio de Pendiente para dormir allí. Salvo Daniel Gollan y Diego Barbella (ambos de Capital Federal), que no terminaban de aclimatarse, los otros 6 allí llegamos y pasamos una buena noche, a casi 5.300 mts. de altitud.

El Lunes 21 de Febrero nos dedicamos a quedarnos en el campamento y llegaron también Daniel, Diego y con ellos el guía Gabriel Cabrera. Esa jornada fue de descanso y aclimatación, entre juegos y charlas.

Al día siguiente nos trasladamos hasta la zona del campamento Nido de Cóndores. Allí almorzamos y conversamos con los guardaparques allí asignados. Diego y Daniel, decidieron finalmente descender por el mal de altura que evidenciaban. Diego al llegar a Plaza de Mulas fue descendido en helicóptero. Daniel regresó al día siguiente por sus propios medios.

El Aconcagua demostraba que no es algo fácil, tres expedicionarios (De Almeida, Etchart y Barbella) habían tenido que ser descendidos en helicóptero, la montaña mostraba su dureza.

 

Campamento Berlín

Luego de nuestro almuerzo continuamos el ascenso un par de horas más, para arribar al Campamento Berlín (campamento II) pero, mientras ascendíamos, Rubén Barrionuevo (de Bahía Blanca) decidió regresar, creo que más por una cuestión mental que física.

Junto a Gabriel, quedamos en el intento de ascenso Gustavo y Silvia Pifarré (de Monte Grande), Jorge Santecchia (de Córdoba), Alejandro León (de Trenque Lauquen) y yo. Esa tarde armamos campamento en Berlín y gozamos a pleno otro espléndido atardecer.

La noche previa al "día de cumbre" está plagada de preparativos, charlas, ansiedades y, en particular a mi me pasa, que es como que "me imagino" la jornada siguiente. Como ya había estado en Aconcagua recorría con mi mente lo que tendría que hacer al día siguiente, ya en esa noche me iba planteando metas, pensando los tramos a realizar.

A esta altura, casi 6000 mts., todo se hace más lento. Nos dedicamos a algo primordial durante buena parte del tiempo: hacer agua. Es fundamental a estas alturas la hidratación, algo muy difícil sobre todo porque hay que derretir nieve. Una buena cena y a tratar de descansar algo, dormir un poco.

 

El día del Centenario

Muy temprano, a eso de las 3,30 hs., nos despertamos. Los preparativos son muchos, lentos, en el reducido espacio de la carpa y tratando de evitar el intenso frío de la madrugada. Había que "hacer" agua, luego calentarla, hidratarse, preparar algo caliente para la jornada, vestirse, y un largo etc.

Finalmente, alrededor de las 7 hs. nos pusimos en marcha, la temperatura era buena, tan solo unos 15º centígrados bajo cero. Era el Miércoles 23 de Febrero, el día del Centenario de Rotary International.

El ascenso se hizo duro por el frío hasta que justo debajo de la zona de "piedras blancas" febo nos regaló sus rayos. Allí hicimos una primera parada.

Luego de un breve descanso continuamos marcha y accedimos al sector en el cual está el desvío para hacer la travesía a los campamentos de glaciar de los Polacos. Justo en esta zona, antes de iniciar el ascenso al destruído refugio Independencia, Alejandro León decidió pegar la vuelta. No pudimos convencerlo Gabriel y yo de que siguiera, no lo veíamos mal aunque él decía que venía muy lento. Creo que, como en el caso de Rubén, aquí jugó más una cuestión mental que física. Alejandro, muy tranquilamente, en un rato estaba descansando en el campamento. De los ocho que fuimos a intentar la cumbre ya quedábamos el 50% junto con el experto Gabriel Cabrera.

 

Día de gloria, día de cumbre

Cuando llegamos a la zona del refugio Independencia (más de 6.300 mts.) descansamos un rato y comimos algo, eran alrededor de las 10,30 hs. Partimos nuevamente para alcanzar el portezuelo del viento y, desde allí, iniciar "la gran travesía". Este trayecto nos llevó casi dos horas y media y así, pasadas las 13 hs., llegamos al pie de la famosa "canaleta" del Aconcagua, a unos 6.700 mts.

Nos sentamos un rato, la vista que nos regalaba desde aquí el buen tiempo nos permitía disfrutar plenamente mientras comíamos y bebíamos algo y, sobre todo, regulábamos nuestro organismo ante el esfuerzo.

Recordé nuevamente que allí, en mi experiencia anterior, había avanzado "por el medio de la canaleta" que estaba cubierta de hielo y nieve. Ahora eso no era posible, había que ir por los costados, pegados a la pared, pues ir por el medio era sucumbir con seguridad bajo una avalancha de rocas.

Cuando llegamos al filo del guanaco (que une la cumbre principal del Aconcagua con la cumbre sur) viví lo que me atrevería a decir es la vista más impresionante que aprecié en mi vida: la pared sur desde arriba. Quedé fascinado con ese abismo de casi 3000 mts.

Aunque suene tonto esa vista me pagó absolutamente todo el esfuerzo realizado y, aunque no hubiera ido a la cumbre, el sólo hecho de haber estado allí me hubiera hecho regresar satisfecho.

Luego de estos momentos continuamos y, en unos 20 minutos más llegamos a la cumbre, debo decir que con gran esfuerzo, dando 4 o 5 pasos y parando a tomar aire. Trepando roca tras roca como si fuera una escalera interminable. Hasta que a las 16,20 hs. del Miércoles 23 de Febrero de 2005 pisé la cumbre del Aconcagua que, con sus 6.962 mts. es la mayor altura de occidente. Fue enorme la emoción compartida en ese momento único junto a Gustavo y Silvia Pifarré, Jorge Santecchia y Gabriel Cabrera.

Depositamos el cilindro que nos había entregado el Gobernador Campi con un mensaje para generaciones futuras. Es intención que permanezca allí durante 100 años.

La "Expedición Aconcagua 2005" fue un éxito y ascender a su cumbre fue mucho más que una sencilla escalada, fue llevar adelante toda una organización, y resultó.

El "Apu" del Aconcagua nos regaló su "buena estrella", y brillará siempre en nuestros corazones.

 

Dr. Mauricio Bernardo Bianchi

mauriciobianchi@eldistrito.com.ar

 

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Fue depositado en la cumbre del Aconcagua

Un mensaje de esperanza

La "Expedición Aconcagua 2005" tenía por objetivo depositar en la cumbre más alta de América un cilindro de acero inoxidable conteniendo un mensaje de Glenn Estess, Presidente de Rotary International, un Diploma con el nombre de todos los expedicionarios y el guía y un mensaje del Distrito 4820 de RI.

Este cilindro me fue entregado por el Gobernador de Distrito, Oscar Campi, en mi carácter de líder de la expedición, en una cena rotaria realizada el 12 de febrero de 2005 en Penitentes, Mendoza.

El mencionado cilindro, conteniendo los citados mensajes, fue depositado en la cumbre del Aconcagua para ser rescatado en el año 2105, por otra expedición rotaria.

Los Andinautas (no rotarios) Gustavo y Silvia Pifarre, los rotarios Jorge Santecchia y yo y el guía de montaña Gabriel Cabrera, fuimos quienes llegamos a la cumbre el día del Centenario (23 de febrero de 2005) y depositamos allí los mensajes que son un anhelo de esperanza y de deseos de los rotarios por un mundo mejor.

El texto del mensaje del Distrito 4820 es el siguiente:

"Los rotarios del Distrito 4820 de Rotary Internacional, comparten este mensaje con las Nuevas Generaciones del año 2105 en oportunidad de la ascensión al Aconcagua y colocación de atributos rotarios en su cima, el 23 de Febrero de 2005, año de la celebración del centenario de nuestra organización mundial de servicio.

En este histórico momento, los rotarios reiteramos nuestro compromiso con los valores éticos, porque pensamos que su práctica diaria es la mejor vía hacia la construcción del entendimiento y la comprensión entre los pueblos y gentes de la tierra. Renovamos nuestra meta de trabajar unidos en amistad por un mundo de paz donde la guerra, la miseria, el hambre y las enfermedades sean solo recuerdos de un pasado lejano.

Dejamos este mensaje con la plena confianza de que las Nuevas Generaciones de Rotary serán capaces de acrecentar el patrimonio recibido y depositarlo en las manos de sus sucesores con el orgullo de haber cumplido con éxito la hermosa misión de servir a los demás.

   

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Solicite una charla y exposición sobre la "Expedición Aconcagua 2005"

Ofrecemos a entidades educativas, sociales, comunitarias, organismos públicos o privados, empresas o cualquier organización que lo requiera, incluso a particulares, charlas y exposiciones (de fotografías, proyección de diapositivas y/o filmación) sobre la "Expedición Aconcagua 2005".

Los interesados comunicarse al correo electrónico aconcagua2005@eldistrito.com.ar o por teléfono al 15-5376-9422 o al Nextel 54*555*3972. (fuera de Argentina anteponer 0054-11 y fuera de Buenos Aires anteponer 011).

 

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Reflexiones finales

Dos años antes, considerando que el 23 de Febrero del 2005 se cumplía el 100º aniversario de la creación del primer Rotary Club del mundo, decidí que ese día ondeara en la cima del Aconcagua la bandera Argentina y los emblemas rotarios con un mensaje de Paz y Comprensión Mundial.

Finalmente se pudo concretar con la participación de 20 personas en distintos caracteres:

-9 acompañantes,

-3 participantes de trekking largo (hasta Plaza de Mulas, 4370 mts.), y

-8 participantes para intentar la máxima cumbre de América y occidente (6962 mts.)

La intención era llegar a la cumbre del Aconcagua que sería, ese día, el lugar "más alto del mundo" en el que estuviera un ser humano.

La "Expedición Aconcagua 2005" tuvo final feliz.

El 23 de Febrero de 2005 pudimos estar en la cumbre del Aconcagua a las 16,20 hs.

En una combinación de Rotarios y Andinautas (yo en mi "doble condición") conducidos por el excelente guía mendocino Gabriel Cabrera coronamos la cima de América.

Jorge Santecchia (de Córdoba), el matrimonio Gustavo y Silvia Pifarre (de Monte Grande, Buenos Aires) y yo, dejamos "enterrado" (con sus precisas coordenadas por GPS) en la cima del Aconcagua un cilindro de acero inoxidable para que, dentro de 100 años, los rotarios al festejar el 200º Aniversario, puedan leer un mensaje de buena voluntad, paz y comprensión mundial y renovar el compromiso de servicio a la comunidad mundial, estrechando los lazos entre los hombres de buena voluntad del mundo.

La "Expedición Aconcagua 2005" fue seguida día a día a través de www.aventurarse.com. Allí y en este sitio pueden releerla y obtener fotos de la misma.

Agradezco a Alejandro León (de Trenque Lauquen, Provincia de Buenos Aires), Rubén Barrionuevo (de Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires), Diego Barbella y Daniel Gollan (ambos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) que no pudieron llegar a la cima pero posibilitaron que otros lo hicieran.

Agradezco el apoyo a Mariana Etchart (de El Talar, Provincia de Buenos Aires), Alberto de Almeida (de San Isidro, Provincia de Buenos Aires) y a Néstor Bajo (de Trenque Lauquen, Provincia de Buenos Aires) que participaron llegando hasta Plaza de Mulas, campamento base.

Gustavo Franco (de Don Torcuato, Provincia de Buenos Aires), Alicia Padilla (de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), Sergio Paoli (de Moreno, Provincia de Buenos Aires), Gabriel Pereira (de Pilar, Provincia de Buenos Aires) y Diego Menéndez (de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) fueron quienes posibilitaron el seguimiento diario por internet.

José Mastrángelo (de Don Torcuato, Provincia de Buenos Aires), Juan Carlos Papa (de Escobar, Provincia de Buenos Aires), Rodrigo Molinos (de Tigre, Provincia de Buenos Aires), Juan José Davidovich y flia. (de Martínez, Provincia de Buenos Aires) fueron baluartes que estuvieron apoyando "con acción" cada vez que el proyecto lo necesitó y sosteniendo el mismo. También al Sr. Plácido Martínez La Chica (de El Talar, Provincia de Buenos Aires) que con su invalorable colaboración nos permitió realizar la filmación.

Agradezco a nuestros sponsors de equipamiento de montaña Makalú, Montagne, Marasco & Speziale y Universo Aventura. La comunicación satelital se realizó gracias al apoyo de Personal Sat S.A. con tecnología Iridium.

Quillén Producciones y el Estudio Jurídico de Asesoramiento Legal Integral del Dr. Mauricio Bernardo Bianchi también brindaron su apoyo y la Municipalidad de Tigre declaró "De Interés Municipal" a la "Expedición Aconcagua 2005" por medio del Decreto 388/05.

A modo de reflexión puedo señalar que con perseverancia, incluso a pesar de las piedras que aparecen en el camino, "cuando se quiere… se puede"… y que para ello hay que tener sobre todo "fuerza de voluntad, pasión e inteligencia". Esto sirve para la montaña, pero más para los desafíos cotidianos de la vida.

 

Dr. Mauricio Bernardo Bianchi

General Pacheco - Buenos Aires - Argentina

 

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