En
nuestra zona surgió una forma particular de
conmemorar el Centenario de Rotary International.
Esta celebración, se manifestó depositando en la
cumbre de América un mensaje de Paz y
Comprensión para las generaciones futuras. Su
mentor (rotario y montañista) nos relata la...
Expedición
Rotary Aconcagua 2005
A
las 16,20 hs. del 23 de Febrero de 2005 pisé la
cumbre del cerro Aconcagua. Ese instante y los
siguientes quedarán indudablemente en mi mente y
mi corazón. Cuando dí el último paso y terminé
de llegar a la plataforma cumbrera recibí los
saludos y abrazos de Gabriel Cabrera, Silvia y
Gustavo Pifarre y Jorge Santecchia. Juntos
pudimos, de esa forma, concretar un sueño que
llevaba dos años de preparación y que permitía
decir que el mensaje rotario estaba en "lo más
alto del mundo" el día del Centenario de
Rotary International.
Minutos
después llegaron las fotos, la colocación en la
cumbre de un cilindro con la intención de que sea
rescatado en el 2105 (el Bicentenario) con un
mensaje de Esperanza y Paz, las comunicaciones con
los seres queridos y las lágrimas de emoción,
pensando en el camino transitado hasta allí y
tanta gente que acompañó esa loca idea y hubiera
deseado estuviera para compartir ese momento.
No
es común que comience un relato "por el
final" pero lo mejor de la "Expedición
Aconcagua 2005" fue eso: "pisar la
cumbre".
Una
idea un tanto loca
No
busco los lugares multitudinarios y Aconcagua,
siempre me pareció un lugar para ir cuando
"alguna circunstancia especial lo
generara" y en enero de 2003, en Mar del
Plata, comencé a acuñar una idea a la cual tendría
que terminar de darle forma, ante la sorpresa de
mi interlocutor cuando le dije: "¡che!...
escuchá… se me acaba de ocurrir esta idea para
el centenario de Rotary".
En
mayo de 1999 me incorporé al Rotary Club General
Pacheco y comencé a descubrir una organización
internacional que posee como principal objetivo el
prestar servicio en las comunidades y generar una
corriente favorable a la Paz y la Comprensión
Mundial. Quiso el destino que uno integrara esta
organización, Rotary International, justo para la
fecha de su Centenario que se celebraría el 23 de
Febrero de 2005 y entonces ya todo comenzaba a
marchar: estar en la cumbre ese día.
Comenzando
a organizar
Al
regresar a Buenos Aires comenté la idea en mi
club y les pareció original. José Mastrángelo
(designado Presidente para el año del Centenario)
la adoptó como propia y, en muchas ocasiones,
cuando los problemas hacían que uno aflojara, fue
el sostenedor de la misma. En abril de ese año
fue Juan Carlos Papa (Gobernador del Distrito 4820
del período 2003-04) el que escuchó el proyecto
y también se constituyó en alguien que sería
principal impulsor en el Distrito del mismo.
Avanzamos
en imaginar el proyecto y se conformó un Sub-comité
organizador integrado por Rodrigo Molinos (Tigre),
Gustavo Franco (Don Torcuato), Juan José
Davidovich (Martínez) y Mariana Etchart (El
Talar). Luego se sumó el Gobernador del año del
Centenario, Oscar Campi (Munro) y su equipo.
Se
realizó una transparente selección del
responsable de montaña de la expedición
-efectuada por medio de un comité de la Gobernación
del cual nos autoexcluimos los miembros del comité
organizador- y resultó seleccionado el guía
Gabriel Cabrera, por sus exitosos y serios
antecedentes. El desarrollo de la expedición
demostró que la elección fue sumamente acertada.
La
organización final
Fue
así que comenzamos a concretar las
participaciones y a aparecer otras colaboraciones.
Apostando verdaderamente a "apoyar la
expedición y el montañismo" el Sr. Sergio
Paoli acordó generosamente la posibilidad de que
realicemos la transmisión por internet de la
misma "día a día" por el sitio de
internet www.aventurarse.com
Del
interés de RI y su oficina de Relaciones Públicas
que contribuyó en la difusión, se obtuvo así el
apoyo de la empresa Personal Sat S. A. la cual nos
proveyó de un teléfono satelital con tecnología
Iridium. De nuestras propias gestiones importantes
descuentos y equipos de las empresas Makalú,
Montagne, Marasco & Speziale y del comercio
Universo Aventura.
Con
relación a los participantes se sumaron a la
Expedición miembros del grupo de vida en la
naturaleza Andinautas (www.andinautas.com.ar) en
el cual participo.
La
"Expedición Aconcagua 2005" contó con
la participación de 20 personas: 8 escaladores
(objetivo: cumbre), 3 trekkers (objetivo:
campamento base Plaza de Mulas) y 9 acompañantes
(participaron de la despedida y recepción de los
expedicionarios) a lo cual hay que sumar la
recepción brindada al regreso de la expedición
por el Rotary Club de Maipú (Mendoza).
El
inicio de la Expedición
El
11 de febrero de 2005, los expedicionarios
comenzamos a llegar a Mendoza, de diversos puntos
del país. El 12 nos trasladamos a la localidad de
Penitentes donde nos alojamos y se realizó una
reunión rotaria, presidida por el Gobernador del
Distrito 4820, Arq. Oscar Campi. Durante esta cena
se intercambiaron presentes, diplomas y banderines
de los diferentes clubes y Campi me entregó, en
mi carácter de líder de la expedición (foto),
el cilindro de acero inoxidable para dejar en la
cumbre del Aconcagua.
El
domingo 13 de febrero, fue el día en que,
finalmente, iniciamos la verdadera expedición, en
horas del mediodía ingresamos al Parque
Provincial Aconcagua, los 11 expedicionarios que
éramos los rotarios Alberto Almeida (del RC San
Isidro, Bs. As.), Néstor Bajo (del RC Trenque
Lauquen, Bs. As.) y Mariana Etchart (del RC El
Talar, Bs. As.), como participantes del trekking
largo y Alejandro León (del RC Trenque Lauquen,
Bs. As.), Jorge Santecchia (del RC Plaza España,
Córdoba) y yo (del RC General Pacheco, Bs. As.),
como aspirantes a llegar a la cumbre. También
conformaron la expedición los Andinautas Diego
Barbella (de Capital Federal), Rubén Barrionuevo
(de Bahía Blanca), Daniel Gollan (de Capital
Federal) y el matrimonio Gustavo y Silvia Pifarré
(de Monte Grande, Bs. As.). O sea que éramos 8
con pretensiones de cumbre (6.962 mts.) y 3 hasta
Plaza de Mulas (4.370 mts.).
Ese
día, luego de una tranquila caminata de unas 3,5
hs. llegamos al campamento Confluencia (3.380 mts.).
La
pared sur
Dentro
del plan de ascenso, para obtener aclimatación,
dormimos dos noches en Confluencia y realizamos un
trekking, en el día intermedio, hasta la
imponente pared sur del Aconcagua de casi 3000 mts.
de desnivel. Esta caminata implica el ascenso de
unos 800 mts.
A
media mañana partimos y, luego de unas 5 hs. de
caminata, llegamos al mirador de la pared donde
disfrutamos de nuestra vianda de almuerzo
contemplando esa maravilla. Daniel no lo realizó,
afectado por su alergia.
Durante
nuestra estadía en Confluencia comenzamos a
realizarnos controles médicos para evaluar la
aclimatación: ritmo cardíaco, oxigenación y
cualquier síntoma de mal de montaña (cefaleas, náuseas,
diarreas, etc.).
Hacia
Plaza de Mulas
El
martes 15 de febrero nos levantamos temprano pues
debíamos ir hasta el campamento Plaza de Mulas.
Este recorrido, de unos 18 kms., demanda entre 8 a
12 hs., según el ritmo de marcha del caminante. A
nuestro grupo le llevaría alrededor de 10,5 hs.
ya que siempre se priorizó el ir en conjunto lo
que implica necesariamente ir "al paso del más
lento".
Apenas
salimos de Confluencia cruzamos por un puente el río
Horcones inferior para atravesar una gran vega y
luego entrar en la interminable "playa
ancha" (foto) la cual, luego de algunas horas
de marcha, fue dejada atrás al llegar a la zona
del antiguo "refugio Ibáñez" (hoy ya
no existe) donde almorzamos.
Luego
transitamos por una quebrada amplia en la cual el
río corre varios metros debajo de la senda hasta
llegar al destruido refugio "Plaza de Mulas
antiguo", parada obligada antes de encarar
"la cuesta brava" que, demanda casi una
hora para ascenderla y, luego de ella, ya se
divisa el refugio-hotel de Plaza de Mulas, donde
llegamos antes de las 19 hs.
Los
11 integrantes de la "Expedición Aconcagua
2005" llegamos a Plaza de Mulas. Allí
tuvimos nuestra primera noche a 4.370 mts. luego
de la cual tuvimos un día de descanso. Alberto de
Almeida (RC San Isidro) no pudo lograr esa
adaptación y, luego del examen médico
correspondiente, la recomendación fue que
descendiera y lo hizo en helicóptero. Su objetivo
era llegar a Plaza de Mulas y lo hizo.
Al
día siguiente realizamos una caminata a la zona
del glaciar Horcones, hasta alcanzar una altura de
4.600 mts. y un día después se organizó el
porteo hacia el campamento Cambio de Pendiente
(Campamento I) pero, por la mañana, Mariana
Etchart (RC El Talar), luego de no haber pasado
una buena noche debido a un permanente dolor de
cabeza y náuseas, es examinada por los médicos
que preventivamente recomiendan su descenso. Ella
tenía por objetivo ir hasta Plaza de Mulas y, al
tercer día de estar allí, una jornada antes de
lo programado y por efectos de la altura que no
pudo tolerar, descendió hasta Penitentes, en
helicóptero.
Había
otros integrantes con algunos síntomas de no
tener una buena aclimatación pero en menor
medida.
Luego
de 4 hs. de ascenso hasta Cambio de Pendiente se
regresó en tan solo 2 hs. De esta actividad
participaron los 8 miembros de la Expedición que
intentarían la cumbre pero también Néstor Bajo
(RC Trenque Lauquen), quien lo hacía como trekker.
El Sábado 19 de Febrero fue un día de descanso y
Néstor, al finalizar su participación, regresó
a Mendoza, desandando a pie el camino hasta Puente
del Inca.
Se
inicia el intento de cumbre
El
Domingo 20 de Febrero llevábamos una semana de
haber ingresado al Parque Provincial y nos
trasladamos al campamento Cambio de Pendiente para
dormir allí. Salvo Daniel Gollan y Diego Barbella
(ambos de Capital Federal), que no terminaban de
aclimatarse, los otros 6 allí llegamos y pasamos
una buena noche, a casi 5.300 mts. de altitud.
El
Lunes 21 de Febrero nos dedicamos a quedarnos en
el campamento y llegaron también Daniel, Diego y
con ellos el guía Gabriel Cabrera. Esa jornada
fue de descanso y aclimatación, entre juegos y
charlas.
Al
día siguiente nos trasladamos hasta la zona del
campamento Nido de Cóndores. Allí almorzamos y
conversamos con los guardaparques allí asignados.
Diego y Daniel, decidieron finalmente descender
por el mal de altura que evidenciaban. Diego al
llegar a Plaza de Mulas fue descendido en helicóptero.
Daniel regresó al día siguiente por sus propios
medios.
El
Aconcagua demostraba que no es algo fácil, tres
expedicionarios (De Almeida, Etchart y Barbella)
habían tenido que ser descendidos en helicóptero,
la montaña mostraba su dureza.
Campamento
Berlín
Luego
de nuestro almuerzo continuamos el ascenso un par
de horas más, para arribar al Campamento Berlín
(campamento II) pero, mientras ascendíamos, Rubén
Barrionuevo (de Bahía Blanca) decidió regresar,
creo que más por una cuestión mental que física.
Junto
a Gabriel, quedamos en el intento de ascenso
Gustavo y Silvia Pifarré (de Monte Grande), Jorge
Santecchia (de Córdoba), Alejandro León (de
Trenque Lauquen) y yo. Esa tarde armamos
campamento en Berlín y gozamos a pleno otro espléndido
atardecer.
La
noche previa al "día de cumbre" está
plagada de preparativos, charlas, ansiedades y, en
particular a mi me pasa, que es como que "me
imagino" la jornada siguiente. Como ya había
estado en Aconcagua recorría con mi mente lo que
tendría que hacer al día siguiente, ya en esa
noche me iba planteando metas, pensando los tramos
a realizar.
A
esta altura, casi 6000 mts., todo se hace más
lento. Nos dedicamos a algo primordial durante
buena parte del tiempo: hacer agua. Es fundamental
a estas alturas la hidratación, algo muy difícil
sobre todo porque hay que derretir nieve. Una
buena cena y a tratar de descansar algo, dormir un
poco.
El
día del Centenario
Muy
temprano, a eso de las 3,30 hs., nos despertamos.
Los preparativos son muchos, lentos, en el
reducido espacio de la carpa y tratando de evitar
el intenso frío de la madrugada. Había que
"hacer" agua, luego calentarla,
hidratarse, preparar algo caliente para la
jornada, vestirse, y un largo etc.
Finalmente,
alrededor de las 7 hs. nos pusimos en marcha, la
temperatura era buena, tan solo unos 15º centígrados
bajo cero. Era el Miércoles 23 de Febrero, el día
del Centenario de Rotary International.
El
ascenso se hizo duro por el frío hasta que justo
debajo de la zona de "piedras blancas"
febo nos regaló sus rayos. Allí hicimos una
primera parada.
Luego
de un breve descanso continuamos marcha y
accedimos al sector en el cual está el desvío
para hacer la travesía a los campamentos de
glaciar de los Polacos. Justo en esta zona, antes
de iniciar el ascenso al destruído refugio
Independencia, Alejandro León decidió pegar la
vuelta. No pudimos convencerlo Gabriel y yo de que
siguiera, no lo veíamos mal aunque él decía que
venía muy lento. Creo que, como en el caso de Rubén,
aquí jugó más una cuestión mental que física.
Alejandro, muy tranquilamente, en un rato estaba
descansando en el campamento. De los ocho que
fuimos a intentar la cumbre ya quedábamos el 50%
junto con el experto Gabriel Cabrera.
Día
de gloria, día de cumbre
Cuando
llegamos a la zona del refugio Independencia (más
de 6.300 mts.) descansamos un rato y comimos algo,
eran alrededor de las 10,30 hs. Partimos
nuevamente para alcanzar el portezuelo del viento
y, desde allí, iniciar "la gran travesía".
Este trayecto nos llevó casi dos horas y media y
así, pasadas las 13 hs., llegamos al pie de la
famosa "canaleta" del Aconcagua, a unos
6.700 mts.
Nos
sentamos un rato, la vista que nos regalaba desde
aquí el buen tiempo nos permitía disfrutar
plenamente mientras comíamos y bebíamos algo y,
sobre todo, regulábamos nuestro organismo ante el
esfuerzo.
Recordé
nuevamente que allí, en mi experiencia anterior,
había avanzado "por el medio de la
canaleta" que estaba cubierta de hielo y
nieve. Ahora eso no era posible, había que ir por
los costados, pegados a la pared, pues ir por el
medio era sucumbir con seguridad bajo una
avalancha de rocas.
Cuando
llegamos al filo del guanaco (que une la cumbre
principal del Aconcagua con la cumbre sur) viví
lo que me atrevería a decir es la vista más
impresionante que aprecié en mi vida: la pared
sur desde arriba. Quedé fascinado con ese abismo
de casi 3000 mts.
Aunque
suene tonto esa vista me pagó absolutamente todo
el esfuerzo realizado y, aunque no hubiera ido a
la cumbre, el sólo hecho de haber estado allí me
hubiera hecho regresar satisfecho.
Luego
de estos momentos continuamos y, en unos 20
minutos más llegamos a la cumbre, debo decir que
con gran esfuerzo, dando 4 o 5 pasos y parando a
tomar aire. Trepando roca tras roca como si fuera
una escalera interminable. Hasta que a las 16,20 hs. del Miércoles 23 de Febrero de 2005 pisé la cumbre
del Aconcagua que, con sus 6.962 mts. es la mayor
altura de occidente. Fue enorme la emoción
compartida en ese momento único junto a Gustavo y
Silvia Pifarré, Jorge Santecchia y Gabriel
Cabrera.
Depositamos
el cilindro que nos había entregado el Gobernador
Campi con un mensaje para generaciones futuras.
Es intención
que permanezca allí durante 100 años.
La
"Expedición Aconcagua 2005" fue un éxito
y ascender a su cumbre fue mucho más que una
sencilla escalada, fue llevar adelante toda una
organización, y resultó.
El
"Apu" del Aconcagua nos regaló su
"buena estrella", y brillará siempre en
nuestros corazones.
Dr.
Mauricio Bernardo Bianchi
mauriciobianchi@eldistrito.com.ar
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Fue
depositado en la cumbre del Aconcagua
Un
mensaje de esperanza
La
"Expedición Aconcagua 2005" tenía
por objetivo depositar en la cumbre más
alta de América un cilindro de acero
inoxidable conteniendo un mensaje de Glenn
Estess, Presidente de Rotary International,
un Diploma con el nombre de todos los
expedicionarios y el guía y un mensaje del
Distrito 4820 de RI.
Este
cilindro me fue entregado por el Gobernador
de Distrito, Oscar Campi, en mi carácter de
líder de la expedición, en una cena
rotaria realizada el 12 de febrero de 2005
en Penitentes, Mendoza.
El
mencionado cilindro, conteniendo los citados
mensajes, fue depositado en la cumbre del
Aconcagua para ser rescatado en el año
2105, por otra expedición rotaria.
Los
Andinautas (no rotarios) Gustavo y Silvia
Pifarre, los rotarios Jorge Santecchia y yo
y el guía de montaña Gabriel Cabrera,
fuimos quienes llegamos a la cumbre el día
del Centenario (23 de febrero de 2005) y
depositamos allí los mensajes que son un
anhelo de esperanza y de deseos de los
rotarios por un mundo mejor.
El
texto del mensaje del Distrito 4820 es el
siguiente:
"Los
rotarios del Distrito 4820 de Rotary
Internacional, comparten este mensaje con
las Nuevas Generaciones del año 2105 en
oportunidad de la ascensión al Aconcagua y
colocación de atributos rotarios en su
cima, el 23 de Febrero de 2005, año de la
celebración del centenario de nuestra
organización mundial de servicio.
En
este histórico momento, los rotarios
reiteramos nuestro compromiso con los
valores éticos, porque pensamos que su práctica
diaria es la mejor vía hacia la construcción
del entendimiento y la comprensión entre
los pueblos y gentes de la tierra. Renovamos
nuestra meta de trabajar unidos en amistad
por un mundo de paz donde la guerra, la
miseria, el hambre y las enfermedades sean
solo recuerdos de un pasado lejano.
Dejamos
este mensaje con la plena confianza de que
las Nuevas Generaciones de Rotary serán
capaces de acrecentar el patrimonio recibido
y depositarlo en las manos de sus sucesores
con el orgullo de haber cumplido con éxito
la hermosa misión de servir a los demás.
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